A través del coloreo y la pintura el niño desarrolla su creatividad e imaginación, favorece su proceso artístico, potencia su autoestima, organiza sus ideas y su percepción del entorno, les tranquiliza y les calma, aprenden a representar la realidad que les rodea, favorece la capacidad de concentración y resolución de problemas, utilizan la pintura como canal de expresión y comunicación de sus sentimientos, aprenden a apreciar el arte y a valorar el trabajo de otras personas, se divierten y disfrutan, mejora su motricidad.

Aprende a explorar nuevas alternativas, a investigar y sobre todo estimula en ellos el entendimiento de lo que es el esfuerzo y la práctica.

Desarrollar y estimular la creatividad del niño es fundamental, ya que la utilizará en su infancia como a lo largo de su vida adulta.