Ya le he mencionado antes, en los artículos donde reflexiono sobre los cambios y las deformaciones a la historia que suelen hacer los cineastas a las historias originales de los clásicos literarios: “No es correcto juzgar un libro por su película”.
«El retrato de Dorian Gray» es una obra literaria que ha sido elevada a la categoría de clásico gracias a su elegante estilo narrativo, diálogos profundos y exploración filosófica. Esta novela de Oscar Wilde cuenta una historia oscura y misteriosa sobre la belleza, el deseo y la corrupción, aunque no se pretendía que fuera una historia de terror.
Wilde utiliza un vocabulario poético y elegante para describir los ambientes de la historia. Además, presenta diálogos ingeniosos y llenos de ironía que hacen que la lectura sea muy entretenida. Sin embargo, estos elementos desaparecen en las adaptaciones cinematográficas.
La visión de Oscar Wilde vs. el guion de cine
En la película del 2009 (es la más conocida por nuestra generación) se han realizado algunos cambios significativos en la trama. Por ejemplo, en la película, Dorian Gray es presentado como un joven aspirante a actor, lo cual contrasta diametralmente con el libro. Dorian, según Oscar Wilde es un joven aristócrata en una época donde la actuación se consideraba una profesión de poca categoría. La simple idea de la actuación habría significado un motivo de burla y repudio de su círculo social. Además, en el guion de la película se añadieron elementos sobrenaturales a la trama y poderes inhumanos al protagonista para aumentar el suspenso.
La película está ambientada en la época victoriana, como la novela, pero presenta a Dorian más interesado en convivir en los bajos fondos de Londres y la vida nocturna de la ciudad, en lugar de la alta sociedad y las clases aristocráticas; lo cual es también una bofetada a la historia original, que busca resaltar la corrupción y la hipocresía de una clase social que se muestra a sí misma como moralista y educada.
Todas estas sutiles diferencias, además de la enorme disolución del lenguaje, tiene como propósito hacer que la película sea mucho más oscura y violenta que la novela, incluso coqueteando con el género del terror y el gore.
Dicho esto, no queda más que recomendarte que, incluso si ya has visto alguna de las adaptaciones para la pantalla o el teatro, te des la oportunidad de conocer la visión de Oscar Wilde y su increíble habilidad narrativa.
Si ya has leído el libro, puedes poner a prueba tu conocimiento con el test que hemos preparado para ti. Al finalizar, podrás tomar una captura de pantalla para compartir los resultados con tus amigos o maestros. Si aún no has leído la novela, aquí te dejamos un enlace para que puedas adquirir una versión resumida que no pierde ningún detalle del contenido original.