La obra literaria de Julio Verne, La vuelta al mundo en 80 días, es un clásico de la literatura de aventuras que ha cautivado a millones de lectores desde su publicación en 1873. La novela, que cuenta la historia del excéntrico Phileas Fogg y su fiel criado Passepartout, que emprenden una carrera contra el tiempo para dar la vuelta al mundo en 80 días, ha sido adaptada en numerosas ocasiones al cine y la televisión, siendo la última versión la serie de Netflix de 2021.
La serie de Netflix, dirigida por Steve Barron, se diferencia de las anteriores adaptaciones al presentar una estética Steampunk, una corriente estética que se caracteriza por la utilización de elementos de la época victoriana y la revolución industrial, mezclados con elementos futuristas e imaginativos. Esta mezcla de elementos clásicos y futuristas se ve reflejada en la vestimenta de los personajes, los objetos que utilizan y los vehículos que conducen, que asemejan máquinas creadas a partir de antiguas tecnologías.
El estilo Steampunk, popularizado en la literatura y el cine de ciencia ficción, se inspira en la obra de Julio Verne y otros autores de la época, que imaginaban futuros utópicos en los que la ciencia y la tecnología habían avanzado a pasos agigantados. La obra de Verne se destaca por su obsesión con la ciencia y la tecnología, y por su habilidad para plasmar en sus obras los avances tecnológicos de la época y proyectarlos hacia el futuro.
En La vuelta al mundo en 80 días, Verne presenta numerosos avances tecnológicos que, en su momento, eran solo una especulación, pero que hoy en día son una realidad. Por ejemplo, el telégrafo y el ferrocarril eran tecnologías emergentes en la época de Verne, pero su uso masivo hoy en día es algo cotidiano. Además, el escritor francés también imaginó submarinos, naves espaciales y otros avances tecnológicos que, en su momento, parecían ciencia ficción, pero que hoy en día son una realidad.
En la serie de Netflix, esta obsesión de Verne por la ciencia y la tecnología se ve reflejada en la recreación de objetos y vehículos que, aunque parecen obsoletos, son capaces de realizar hazañas increíbles. La serie también presenta un mensaje sobre el valor de la ciencia y la tecnología en la construcción del futuro, y sobre la necesidad de seguir explorando y descubriendo nuevas posibilidades.
En conclusión, La vuelta al mundo en 80 días es una obra literaria que ha dejado una huella imborrable en la cultura popular, y que sigue inspirando a escritores, cineastas y artistas de todo el mundo. La serie de Netflix, al presentar una estética Steampunk, nos recuerda la importancia de la imaginación y la creatividad en la construcción de futuros utópicos, y nos invita a explorar las posibilidades de la ciencia y la tecnología para crear un mundo mejor.